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¿Cuál es la mejor forma de guardar los quesos?

Primero de todo debemos hacer diferencia entre los quesos frescos o tiernos y los quesos curados o semicurados.

Los quesos frescos y tiernos siempre se conservarán mejor en la nevera. Y dentro del frigorífico también es importante la ubicación dentro de ella.

Lo ideal es que los frescos se guarden en la parte alta de la nevera y los tiernos en la parte baja de la nevera (cajones de la fruta y verdura).

En cuanto a los semicurados y curados nosotros siempre recomendamos que se guarden mejor en un lugar seco y oscuro (por ejemplo una quesera). Si su consumo es a diario lo mejor es que se guarden envueltos por separado en papel  film.

Si tenemos un queso grande y preferimos dejar fuera (en papel film) solamente la cuña que vayamos comiendo, el queso entero podemos meterlo en la nevera dentro de una quesera. Y de esta forma ir sacando pequeños trozos a medida que vamos comiendo.

En cualquier caso cada hogar y cada provincia presenta una temperatura y humedad diferentes, así que si observamos que el queso comienza a secarse mucho, podemos guardarlo en la nevera envuelto en film o en un paño húmedo.

Por otra parte es importante recordar que el queso debe sacarse del frigorífico o nevera con el suficiente tiempo antes de su degustación para que pierda el frío y recupere todo su sabor y olor.